El pasado domingo 13 de octubre nos reunimos como familia Dominicana en Colombia, con el propósito de peregrinar juntos hacia la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, bajo el lema: Peregrinos con Domingo: ¡Hacia los brazos de María!
Gracias a la organización de la promotoría, este encuentro nos brindó la oportunidad de compartir en un ambiente de fraternidad, fortaleciendo los vínculos de hermandad en medio de las diversidades. Al mismo tiempo, nos permitió cultivar una espiritualidad dominicana común, que se fundamenta en los pilares esenciales de la Orden de Predicadores: la oración, la fraternidad, el estudio y la predicación.
Durante la jornada, se desarrollaron diversos talleres y actividades con cada uno de los participantes que llegaron desde Bogotá, D.C, Villa de Leyva, Tunja y Villavicencio, y los cuales hacen parte de los grupos laicales y fraternidades que se conforman alrededor de las obras apostólicas de los frailes en cada una de estas regiones. De esta manera, iniciamos con la oración en el Claustro Petrés de la Universidad Santo Tomás, Chiquinquirá; luego, nos trasladamos al Colegio de Nuestra Señora de Nazaret, en donde las hermanas habían dispuesto las instalaciones para recibirnos, en este espacio tuvimos un encuentro de formación, adoración eucarística y compartir fraterno dirigido por fr. Miguel Canedo, O.P. Posteriormente, la parroquia de la Renovación, recibió a los peregrinos para desarrollar el taller “Animados en una nueva esperanza” dirigido por fray Stiven Giraldo, O.P. y Fr. Marcos Calderón, O.P. Al concluir los talleres, se dio paso al almuerzo.
En la jornada de la tarde, se hizo una procesión desde el parque Julio Flórez hasta la Basílica con el fin de celebrar la Santa Misa, presidida por fr. Franklin Buitrago Rojas, O.P. Prior Provincial, y con esta actividad culminar nuestro encuentro de laicos dominicos peregrinos hacia los brazos de María.
Como Familia Dominicana, damos gracias a Dios por permitirnos vivir la experiencia de la fraternidad que enriquece nuestra vida dominicana en los diferentes modos de ser de esta gran familia, pues fue un espacio no solo para compartir como hermanos, sino también para enriquecernos de las experiencias que cada uno de nosotros vive en las regiones particulares. Que sea Dios por medio de nuestra madre la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, quien nos siga manteniendo vivos en la fe y en la esperanza para seguir peregrinando hacia la patria celestial.
Agradecemos a los miembros del consejo del laicado dominicana de nuestra provincia y a nuestro promotor provincial de esta hermosa familia, fr. Miguel Guillermo Canedo, O.P por el liderazgo en esta actividad.