El Prenoviciado dominicano, inspirado en el espíritu de la Iglesia y de la Orden, es una etapa por medio de la cual el aspirante a la vida consagrada dominicana vive una transición, que lo lleva de la vida civil, hacia la preparación gradual para el ingreso al noviciado, a través de procesos de confrontación y formación, que contribuyan en su fundamentación cristiana, las exigencias de la vida comunitaria, apostólica, de estudio y de oración, apoyándolo, no solo en su discernimiento por el llamado que Dios le hace, sino también, para tomar una decisión de creyente que le permita asumir con madurez y responsabilidad su propia vocación. (LCO 167, III).