El pasado 9 de marzo, en el convento de Santo Domingo de Bogotá, el Reverendo Padre Provincial, fray Diego Orlando Serna Salazar, O.P., instituyó como ministro lector a fray Darwin Castiblanco Macias, O.P., y ministro acólito a fray Jaider Jiménez Iacelli, O.P., y fray Fabián Leonardo Rueda Rueda, O.P. La celebración litúrgica contó con la presencia de la comunidad conventual y algunos familiares de nuestros hermanos.
La salmodia de esta bella noche nos invitaba a poner nuestra confianza en Dios, recordándonos que no debemos pretender grandezas que superen nuestra capacidad, dado que esperamos todo de Dios y lo que se nos da ha de ser puesto al servicio de los demás. De manera similar, fray Diego Orlando, tomando como suya las palabras de S.S. Francisco, exhortó a todos a renunciar a la clericalización, considerando que dicha manera de vivir la Iglesia ha carcomido la esencia del ministerio, convirtiéndolo en una carrera de ascenso y desvirtuando su carácter de servicio en el anuncio del Evangelio.
El prior provincial enfatizó en la necesidad de vivir aquello a lo cual se pretende servir, vivir la Palabra, vivir la Eucaristía, solo así se puede ser autentico testimonio para el Pueblo de Dios. También recordó que el ministerio no es un oficio más, sino el Misterio Salvífico vivido que ayuda a los otros en el encuentro con Dios; he hizo un llamado a guardar la dignidad y el decoro de las celebraciones. Finalmente, terminó su homilía narrando una historia cuya moraleja consistía en evitar acostumbrarnos a las cosas de Dios, en el sentido de volverlas parte de una rutina, que no surge ningún efecto en medio de nuestras realidades; evitar volvernos insensibles frente a lo divino porque se va desgastando por la cotidianidad.
Terminada la celebración litúrgica, cuya animación estuvo a cargo de los coristas con el decoro y la elegancia propia de las celebraciones dominicanas, disfrutamos de una cena ofrecida por el convento en honor de nuestros hermanos que acababan de ser instituidos lector y acólitos.
Felicitaciones a nuestros hermanos y pedimos a Dios que les ayude en su ministerio al servicio del anuncio de la Buena Nueva.