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Ejercicios Espirituales
Provincia San Luis Bertrán de Colombia

|  agosto 25 de 2021  •  Fray José Bernardo Vallejo Molina O.P  |

La Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, Casas y Conventos, siguiendo el cronograma del año 2021, se ha reunido On Line para un triduo especial de retiros los días 6 – 8 de agosto,  en torno a la figura de Santo Domingo de Guzmán, en la celebración del jubileo de los 800 años del Dies Natalis.

La primera predicación del día 6 de agosto, estuvo a cargo de Fray Vivian Boland O.P de la Provincia de Irlanda, quien fuera socio de la Vida Fraterna y la Formación Permanente de la Orden y actualmente está asignado al Convento de San Clemente en Roma, Italia.

El tema central de su predicación fue: “En la Mesa de la Fraternidad con Santo Domingo” la cual estuvo centrada en tres aspectos:  Las raíces humanas, cristianas y dominicanas de nuestra fraternidad; lo que significa estar "a la mesa con Santo Domingo" y  algunas maneras o modos de fortalecer nuestra experiencia de fraternidad en al Orden.  

Somos hermanos simplemente porque compartimos la misma naturaleza humana y de una manera especial porque todos somos dominicos.  Se pregunta el predicador: ¿Por qué nos reunimos a la mesa? Todo lo que decimos sobre estar en la mesa con otros, y todo lo que decimos sobre estar en la mesa del Señor, también puede aplicarse a nuestro estar en la mesa con Domingo.

Si la fraternidad es el primer requisito para estar en La mesa de Domingo, el segundo es la mesa de la Palabra de Dios, pues como dominicos estamos llamados a predicar esa Palabra, y predicarla desde una base de estudio y oración: Juntos estudiándola, meditando y reflexionando, y en comunidad celebrándola en la liturgia – alabando, bendiciendo y predicando.

Estar en la mesa con Domingo significa también estar en la mesa del autogobierno.  Por ello nos sentamos juntos en Capitulos para revisar nuestras circunstancias, para considerar juntos los asuntos de mayor importancia, para escucharnos mutuamente y actuar movidos por lo que el Espítitu Santo nos inspite en comunidad.

La segunda predicación, el día sábado 07 de agosto, estuvo a dirigida por Fray Jesús Espeja O.P, de la Provincia de Hispania – España,  quien nos habó desde Caleruega,  lugar donde nació Santo Domingo. El tema tratado fue “El carisma de Santo Domingo Ochocientos años despues”  titulo de uno de sus últimos libros.

Comienza nuestro hermano mostrando la figura de Santo Domingo quien como predicador entró en el mundo de los alejados para dialogar con ellos y ofrecer la verdad y entre todos llegar a la verdad plena;  su palabra siempre avalada por una vida ejemplar de estudio, oración, vida comunitaria y predicación itinerante,  siempre atento a cada situación en la que anuncia el evangelio.

A la Luz de Santo Domingo nos  habló de los rasgos fundamentales del carisma dominicano hoy para una Iglesia en salida, una iglesia Misionera: 1. Apasionamiento por la misión, es decir celo para la predicación al mejor estilo de Jesús y de Pablo. 2. El primado de la fe – experimentar lo divino y desde ahí iluminar y fortalecer la fe de los oyentes  como apertura a una presencia  continua del amor de Dios que se nos da en la revelación. 3. Dentro del mundo para discernir lo nuevo que está sucediendo. 4. Hacer la verdad, llamados  s ser  predicadores de la Verdad, reconociéndola y escuchándola donde esté naciendo sin sectarismos, fundamentalismos y ni relativismos. 5. Creer en la Iglesia y amarla que por el Espíritu Santo es capaz de reformarse y renovarse y por ello  el llamado es a que seamos una  pequeña iglesia actuando en el corazón de la Iglesia. 6. Devoción a la Virgen María a quien como Tutora y Protectora de la Orden le pedimos que vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos, nos muestre y  lleve a Jesús.

El Domingo 8 de agosto, a la hora habitual de las predicaciones, 9:00 A.M, en la Solemnidad de Santo Domingo, en ambiente todavía de retiro nos conectamos las comunidades de la Provincia para escuchar la predicación del Maestro de la Orden Fray Gerard Francisco Timoner III, quien por medio de un video inicia su intervención saludando al Prior Provincial Fray Diego Orlando y a todos los frailes deseándonos feliz fiesta de Santo Domingo.

Su intervención fue parte de la Homilía en Bolonia el día 04 de agosto, celebración  que presidió el Cardenal  Mateo Zuppi. Inicia explicando por qué los dominicos  “¡No somos medievales, somos clásicos!”.

Un “clásico”, dice,  es algo a la vez actual y atemporal.  Santo Domingo abrazó una misión que es actual, porque vio un mundo que necesitaba urgentemente una nueva evangelización. Sin embargo, la misma misión es verdaderamente atemporal, porque cada generación necesita una nueva evangelización, es decir, la predicación de Dios que es siempre antigua, pero siempre nueva. Es actual porque ofreció una respuesta pertinente a una situación concreta, pero también es atemporal porque se ha convertido en un acontecimiento que trasciende su realización y siempre tiene sentido en cada momento de la historia.

Santo Domingo tiene “algo que decir” a todos los tiempos y lugares porque el Evangelio que formó y transformó su vida es clásico. Medieval pero contemporáneo, antiguo pero siempre nuevo – así es Santo Domingo – ¡verdaderamente clásico!

Al final el Maestro de la Orden ofrece su oración por la familia dominicana presente en todo el mundo:

Señor, Dios nuestro,
creador del mundo, dador de vida.
Hace ochocientos años,
te complació recibir a Santo Domingo en la eternidad,
y establecer la Santa Predicación en todo el mundo.
¡Oh Spem miram!
TÚ, OH SEÑOR, eres la maravillosa ESPERANZA
prometida por Domingo, como nuestra constante Compañera,
en el santo esfuerzo de difundir y hacer crecer Tu PALABRA,
sobre las tierras, a través del mar,
más allá de los horizontes de nuestra visión.

Al celebrar el Jubileo
del dies natalis de Santo Domingo a la vida eterna
aliméntanos y llénanos con una doble porción del ESPÍRITU
para que podamos experimentar un nuevo Pentecostés -
una proclamación renovada de los "actos poderosos de Dios"
y un compromiso reavivado con nuestra misión
para la "salvación de las almas".

Bendice a nuestros hermanos y hermanas
y a toda la Familia Dominicana
con salud, felicidad y santidad.
Condúcelos a servir siempre a tu pueblo.
Reúnelos a todos contigo,
en alabanza y agradecimiento eterno.
Por la súplica de María; en nombre de Jesús. Amén.


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