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Y dijeron sí

|  febrero 19 de 2022  | Por: Fr. Andrés Julián Herrera Porras, O.P. | 

Profesar es un acto que parece sencillo, una etapa más por cumplir. A pesar de ello, es mucho más que un instante en una ceremonia, es una apuesta que se realiza en la vida religiosa cada día, se trata de una respuesta diaria a Dios mismo, una continua reafirmación a ese sí inicial que se pronuncia en las manos del provincial, en representación del maestro general, con el Libro de las Constituciones y Ordenaciones en las manos y en medio de una asamblea que sirve como testigo.  

El pasado 2 de febrero de 2022, fiesta de la Presentación del Señor, en el Templo de Santo Domingo de Bogotá, se llevó a cabo la ceremonia de profesiones religiosas de los frailes estudiantes de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. La celebración fue presidida por Fray Diego Orlando Serna Salazar, O.P., prior provincial.

Fr. Jaider Alessandro Jiménez Iaselli, O.P., fr. Darwin Castiblanco Macías, O.P. y fr. Fabián Leonardo Rueda Rueda, O.P. dijeron sí al llamado de Dios hasta la muerte. Asimismo, fr. José Eduardo Pardo Carrillo, O.P., fr. José Ángel Vidal Esquivia, O.P., fr. Andrés Julián Herrera Porras, O.P., fr. Rodolfo Toro Gamba, O.P. y fr. Brayan Armando Álvarez Contreras, O.P. renovaron su profesión por un año. Fr. José Fabián Rodríguez Suárez, O.P., fr. Eduar Andrés Guzmán Correa, O.P., fr. Ramiro Alexis Gutiérrez Corredor, O.P., fr. Santiago Arango Ospina, O.P. y fr. Stiven Giraldo Zuluaga, O.P. realizaron su renovación por dos años. Finalmente, fr. Deivis Bravo Carbonell, O.P., fr. David Santiago Padilla Romero, O.P., fr. Daniel Felipe Sánchez Bustos, O.P. y fr. Oscar Daniel Ruiz Moreno, O.P. emitieron su primera profesión por tres años.

La presencia de tantos hermanos venidos de casi todos los conventos y casas del país generó mucha alegría en los frailes estudiantes. Fue una verdadera fiesta de la fraternidad en la que se mezclaban la esperanza, la nostalgia, la renovación y otro sin fin de sentimientos que no se pueden describir, tan solo experimentar. También, hubo presencia de otros miembros de la familia dominicana, de otras familias religiosas y por supuesto de las familias sanguíneas de algunos de los frailes que pudieron acompañar a sus hijos, que no son otra cosa que un don de cada hogar para la Iglesia. 

Que sea Dios quien se encargue de acompañarnos en este proceso que continúa en medio de cada día y que nos de fortaleza para seguir diciendo sí. 


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