En el marco de la solemnidad de San José, patrono de la Iglesia universal, fueron ordenados para el ministerio sacerdotal fray Famer Asprilla Mosquera, O.P, oriundo de Istmina, Chocó, y fray Álvaro Alonso Vergel Montaguth, O.P, de Ábrego, Norte de Santander, de manos de monseñor Leonardo Gómez Serna, O.P, obispo dominico y emérito de Magangué.
La parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y la comunidad de frailes del Convento de San José, fueron los encargados de acoger a los nuevos sacerdotes, a los hermanos de comunidad, familiares y amigos que acompañaron a los neopresbíteros en el inicio de esta nueva etapa de su vida religiosa.
Tomando como referencia dos características propias de San José: la fe y la paternidad, monseñor Leonardo exhortó a los nuevos sacerdotes a ser verdaderos padres para su gente, en su hogar y en el trabajo apostólico que les sea encomendado, haciendo especial énfasis en la práctica de la compresión, el amor y la misericordia con aquellos a quienes les sean encomendados.
“Ser sacerdotes es un don, una gracia, concedida, no por nuestros méritos, sino por puro amor, por pura misericordia del Señor, por eso nos sentimos alegres y felices de estar compartiendo como familia este acontecimiento, como una acción de gracias a Dios por haberlos llamado”, aseguró monseñor Leonardo.
Fray Famer, quién, realizó su primera Eucaristía en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, lugar donde cursó su formación superior como fraile estudiante, seguirá prestando su servicio pastoral, pero ahora como sacerdote, en la casa San Luis Bertrán de Barranquilla, donde ejerce como coordinador de la Pastoral del Colegio San Alberto Magno.
Por su parte, Fray Álvaro, quién realizó su primera Eucaristía en el Convento de San José, donde ha sido asignado, ejercerá su ministerio sacerdotal al servicio de los estudiantes del colegio Santo Tomás de Bogotá como capellán de la institución educativa.
Una vez más la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia se regocija por la ordenación de estos nuevos sacerdotes y les desea éxitos y bendiciones en la nueva tarea que están por emprender. Que su servicio ministerial sea un vivo ejemplo del reflejo de la vida y obra de Santo Domingo de Guzmán.
