Del 22 al 26 de agosto tuvo lugar en el Monasterio Dominicano del Espíritu Santo en Sogamoso, la segunda asamblea de la Federación Santísimo Nombre de Jesús a la cual pertenecen los cuatro monasterios de las monjas dominicas contemplativas en Colombia, asamblea que estuvo acompañada por el asistente religioso designado por la Santa Sede, fr. Carlos Mario Álzate Montes O.P.
Durante el encuentro se revisaron los estatutos de la federación a la luz de estos tres años de recorrido con el ánimo de proponer al consejo las cuestiones más pertinentes, y se eligió a la nueva priora federal que sucederá a Sor Aurora de Jesús, quien en medio de las dificultades de la pandemia y el camino necesario de aprender a “ser federación”, coordinó el rumbo de esta desde su erección canónica por parte de la Santa Sede en 2019.
Sor María del Pilar del Espíritu Santo, monja del Monasterio de Santa Inés, quién se desempeña actualmente como maestra de novicias, fue elegida nueva priora federal para los próximos tres años. También fue elegido el nuevo gobierno conformado por las cuatro consejeras que acompañara a Sor María, ellas son: Sor Doris del Espíritu Santo, del Monasterio del Santísimo Rosario de Duitama; Sor Nohoralba de María Auxiliadora del Monasterio del Espíritu Santo de Sogamoso; Sor Zayda María de Jesús, del Monasterio de Ntra. Sra. De las Gracias de Torcoroma de Ocaña y Sor Teresita de la Caridad del Monasterio de Santa Inés en Tenjo. Como ecónoma federal fue elegida Sor María del Carmen de San Miguel Arcángel del Monasterio del Espíritu Santo de Sogamoso.
Fray Orlando Serna Salazar, O.P, Prior Provincial de los dominicos en Colombia, quién también participó en el encuentro, durante la celebración eucarística recordó a las monjas que la misión de un superior es ayudar a mantener la unidad y la fidelidad: “las circunstancias actuales requieren de los consagrados estar firmes y ser fieles ante los desafíos reinantes en esta sociedad líquida: temor al compromiso, mundanidad, indiferencia a la fe, individualismo. Retos que nos piden ser fieles al evangelio y al carisma, no tener miedo, fidelidad creativa, estimular la fraternidad en nuestras comunidades, revisar nuestros métodos de gobierno, cuidar la vocación de los hermanos y perseverar dando testimonio.
Las monjas dominicas contemplativas de Colombia dan gracias a Dios por esta oportunidad de encuentro en torno al deseo de cumplir la voluntad de Dios y crear lazos de comunión y fraternidad entre las comunidades.
