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Encuentro de Sacerdotes Diocesanos 

…Hacia una Fraternidad Sacerdotal Dominicana en Colombia…

|  noviembre 29 de 2021  •  FRAY RAÚL GÓMEZ SÁNCHEZ, O.P. • PROMOTOR PROVINCIAL DE FAMILIA DOMINICANA  |

Desde el 21 hasta el 24 de noviembre se llevó a cabo el primer encuentro de la historia reciente de la provincia san Luis Bertrán de Colombia, de los sacerdotes diocesanos que sienten el llamado de vivir su ministerio sacerdotal a la luz del carisma de la Orden de Predicadores en la fraternidad sacerdotal dominicana. Éstos son:

P. Jhon Freddy Gutiérrez, pbro.
P. Albert Johan Casierra, pbro.
P. Johan Araújo, pbro.
P. Jorge A. Montilla, pbro.
P. Mario Raúl Narváez, pbro.
Sr. Jairo Villegas López, diácono permanente
Sr. Gustavo Soler, estudiante de diaconado permanente

Con su estatuto propio o regla, las fraternidades sacerdotales dominicanas están llamadas a promover la vivencia de los elementos sustanciales de la vida dominicana en la vida secular del sacerdote. Al ser una propuesta de perfección en medio de los asuntos cotidianos de un sacerdote diocesano, la regla de las fraternidades es una posibilidad de exigencia personal, confianza en la gracia y comunión con la familia dominicana universal.

El encuentro empezó en el Convento Santo Domingo de Bogotá, donde se encuentra el estudiantado dominicano y la comunidad formadora. Aquí los sacerdotes tuvieron la posibilidad de concelebrar la Eucaristía de apertura del encuentro junto con los frailes ordenados del convento. Asimismo, se dio la ocasión para conversaciones con fray Luis Antonio Alfonso, Regente de estudios de la Provincia, y fray Javier Castellanos, Prior del convento de Santo Domingo.

Posteriormente en Chiquinquirá, Boyacá, a los pies de la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, los sacerdotes vivieron jornadas de oración, fraternidad y estudio en torno a temas propios del carisma de Santo Domingo y de su espiritualidad. El estudio en la Orden, la fraternidad dominicana, los elementos esenciales de la vocación dominicana, la contemplación y otros temas fueron los abordados en las sesiones de formación.

Esta fue una posibilidad para vivir más de cerca lo que a lo largo de todo el año se venía trabajando virtualmente cada quince días. Por tanto, también fue una oportunidad de discernimiento que cada sacerdote tuvo para decidir en adelante si la espiritualidad dominicana es el camino que mejor le ayude a desempeñar fielmente su ministerio.

Luego de Chiquinquirá, el encuentro clausuró su agenda con la Eucaristía en el monasterio de Santo Ecce-Homo y la visita a los frailes de la casa San Martín de Porres de Villa de Leyva.

Agradecemos el apoyo con el que fray Diego O. Serna y su consejo provincial han respaldado esta iniciativa de la Familia Dominicana de Colombia, y seguimos orando por las vocaciones sacerdotales diocesanas que están llamadas a configurar su ministerio con el carisma de los predicadores.


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