Skip to main content

Un amor por la sociedad desde lo político

|   noviembre 23 de 2021  •  Fray Norberto Vargas Prada, O.P.  |

El hombre por naturaleza es un ser político como bien lo afirma Aristóteles, el cual desde su inicio ha estado configurado para vivir en sociedad teniendo presente la búsqueda del bien común, aquel que desde Grecia antigua hasta en la actualidad sigue siendo una gran cuestión humana y social por alcanzar. De esta forma, la política según Arendt es; “una necesidad ineludible para la vida humana, tanto individual como social. Puesto que el hombre no es autárquico, sino que depende en su existencia de otros, el cuidado de ésta debe concernir a todos, sin lo cual la convivencia sería imposible.(p. 27). Sin embargo, la búsqueda del bien común no es suficiente, si no existe un amor por la sociedad reflejado desde la importancia en la participación política, como bien lo recalca el papa Francisco a partir de su encíclica Fratelli Tutti .

De esta manera, es necesario reconocer lo que es verdaderamente política y no politiquería entendida como aquella que se separa del auténtico fin como la búsqueda del bien público al poner por encima el interés personal de unos pocos para alcanzar su beneficio sin importarles los demás, aquel individualismo entonces en que el hombre es corrompido por las tentaciones del poder y del dinero. Por esto, el fin de la política debe ser su orientación hacia la justicia, equidad, igualdad, caridad y amor que permita realmente alcanzar el bien común. De ahí la necesidad que se empiece a forjar desde las escuelas y colegios seres políticos que se preocupen por la búsqueda del bien común.

De tal modo, que es la formación inicial quien permite formar ciudadanos para el futuro, por eso la importancia de la participación en el gobierno escolar tiene su sentido de ser en la medida que hace posible la elaboración de propuestas democráticas desde una conciencia honesta no ofreciendo falsas ilusiones que no se cumplirán, sino planteamientos aterrizados a la realidad para ser cumplidos. Por eso es fundamental formarse conscientemente acerca de la política desde las escuelas y colegios, entendiendo que es un deber que todos los ciudadanos están llamados a participar, como elemento clave para salir de la ignorancia aquella en que no le importa al hombre lo que pueda suceder políticamente en su país, que en últimas palabras se traduce en el desdén de la sociedad actual en su desprecio por la política.

 De ahí,  que el ciudadano  asuma su deber político, no con el fin de quedarse simplemente en un discurso, sino participando en la realización política por medio de la acción y de las obras gestoras que pueda intervenir. Aquellas, que deben ir marcadas entonces por la expresión de la caridad, hacía la recuperación del bien común que permita el surgimiento de pueblos con estados de vida libres de corrupción, además de una conciencia crítica y reflexiva para denunciar toda aquella estructura política que se separe de su verdadero fin de centrar su mirada en la necesidad  vital de cada hombre. 

Ahora bien, se habla desde la doctrina social de la Iglesia sobre la importancia que tiene la política en su fundamentación a partir de la búsqueda del bien común, aquel que abarca el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. De tal  manera, que el cristiano como ciudadano que es está llamado en su participación política e intervención desde la propia caridad. 

En qué nos recuerda el papa Francisco en Fratelli Tutti: “que se trata de avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad” aquella entonces que se hace posible un amor político por el cual se perciba una política que avance; “hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados. La caridad, con su dinamismo universal, puede construir un mundo nuevo[173], porque no es un sentimiento estéril, sino la mejor manera de lograr caminos eficaces de desarrollo para todos” 

Asimismo, un elemento fundamental hacía una verdadera política es eliminar los grupos populistas o las grandes masas en que se desprecian a los más débiles apartándose así del bien común. De ahí, que sea en la educación inicial la oportunidad de evitar la conformación de grupos que ataquen la sana democracia, por eso se hace clave establecer relaciones que conlleven a los estudiantes a entender la importancia que tiene su formación consciente sobre esta realidad. De tal modo, que desde el gobierno escolar sea la oportunidad de recapacitar en el establecimiento de propuestas puestas en común, es decir, que nazcan realmente sobre el interés de escuchar las realidades presentes en su ámbito escolar, no con el fin de comprar votos o valerse de sus influencias dominantes para obtener un cargo por su ambición de poder, sino por construir un bien común para con todo su colegio. 

De tal manera, que se ofrezcan a continuación las siguientes preguntas de modo reflexivo con el fin de ser dialogadas y socializadas dentro de las diferentes áreas como; sociales, filosofía entre otras. ¿Es posible un mundo sin política?, ¿Qué alternativas se pueden generar en el gobierno escolar para favorecer una sana democracia en que los estudiantes sean conscientes de su realidad política?, ¿Cuáles son los límites que se deben establecer para evitar temas como la corrupción, la ambición del poder, etc? y finalmente, ¿Cómo hacer posible la búsqueda del bien común en su ámbito educativo?.

 

Bibliografía 

  • Arentd, Hannah, “Introducción a la política”, En: Arentd, Hannah “La promesa Política”, Paidós, Barcelona 2008. 27-61

https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20201003_enciclica-fratelli-tutti.html



Te invitamos a conocer Optantes 2.0 haciendo clic aqui: