En una solemne celebración presidida por monseñor Julio Solórzano Solórzano, Vicario Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote, y en compañía de fr. Franklin Buitrago Rojas, O.P, superior de los dominicos en Colombia; de fr. Yves Bériault, O.P, Prior Provincial de la Provincia de Santo Domingo de Canadá, la comunidad conventual del Convento de San José, frailes provenientes de otras casas y conventos de la provincia, así como familiares y amigos, y de la comunidad parroquial, fr. Carlos Ariel Betancourth Ospina, O.P, asumió su nueva asignación como párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Bogotá.
La celebración estuvo enmarcada en realización de varios signos, tal como lo exige la liturgia cuando se da la bienvenida a un nuevo párroco. Fr. Carlos Ariel recibió de manos monseñor Solózarno las llaves del templo, el confesionario, el Evangeliario, el bautisterio, el altar y la sede. Así mismo, renovó sus promesas sacerdotales y su compromiso con la que ahora será su nueva comunidad parroquial.
Durante su homilía monseñor Julio enfatizó que el párroco es el medio de la comunidad eclesial en medio del cuerpo de la Iglesia, el que proclama la palabra. Un párroco, en su ministerio eclesial, es el que convoca a la comunidad, al cuerpo de Cristo. Un párroco en medio del cuerpo eclesial es aquel que celebra la Eucaristía y alimenta a la iglesia con el Cuerpo y la Sangre del Señor.
“Nosotros parroquia, somos la expresión doméstica más bella, pero no menoscábala la expresión plena de nuestro ser de Iglesia. Por eso la figura y la misión del pastor propio de la parroquia es vital para la vida de la Iglesia. Hoy venimos con singular gozo a recibir, en ese misterio y en esa vocación de la Iglesia de peregrinar, a nuestro nuevo párroco. Los ministerios, quienes los ejercen en la Iglesia, se van sucediendo, uno a uno. Y se hacen para nosotros signo de la constante acción salvadora de Dios”, señaló monseñor.
Fr. José Ariel, agradeció y resaltó la labor de fr. Jorge Israel Gómez Otálora, O.P, quién por tres años se desempeñó como párroco y que ahora prestará sus servicios en Chiquinquirá, a los pies de la Reina y Patrona de Colombia. Así mismo, durante su intervención manifestó que: “como su nuevo párroco me comprometo a estar cerca de ustedes en los momentos de alegría y de sufrimiento, a ser un pastor que busque siempre el bien común, que fomente la unidad y la solidaridad en nuestra comunidad. Quiero ser un párroco que camine con ustedes en los tiempos de oración y también en los momentos de trabajo, de esfuerzo, de lucha por un mundo más justo y solidario”.
Como dato, fr. José Ariel será el sacerdote No 21 en asumir como párroco en la Basílica M Menor de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Bogotá.
Sobre fr. Carlos Ariel Betancourth Ospina, O.P.
Fr. Carlos Ariel Betancourth Ospina es originario de la población de Manzanares, Caldas. Hijo del hogar conformado por Rodrigo Betancourth (q.e.p.d.), y Ernestina Ospina, sus padres, y con dos hijos más.
Ingresó a la Orden de Predicadores en la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, en el año 1986, después de haber realizado seis semestres de medicina, luego de terminar sus estudios secundarios en su pueblo natal.
Hizo su año de noviciado en 1987, a los pies de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Reina y patrona de Colombia. Su primera profesión religiosa fue el 2 de febrero de 1988, día de la Presentación del Señor y, la profesión solemne, el 2 de febrero de 1992.
La Ordenación sacerdotal la recibió el 6 de agosto de 1994-día de la Transfiguración del Señor- junto con tres hermanos de la misma Orden de Predicadores, de manos de monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna -obispo dominico-, en el Convento Santo Domingo de Bogotá.
Hizo sus estudios de Filosofía y Teología en el Studium Generale de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, en la Universidad Santo Tomás y en la Universidad Javeriana, instituciones donde también realizó sus estudios de Maestría en Teología y en Educación Superior.
Durante sus años de ministerio sacerdotal, el padre Carlos Ariel Betancourt ha llevado a cabo su misión en la promoción vocacional, en la pastoral universitaria de la Universidad Santo Tomás; ha sido profesor de Humanidades en la misma universidad en Bogotá y Tunja; fue maestro de frailes estudiantes y prior de distintos conventos. También se desempeñó como Vicerrector del Colegio Santo Tomás de Aquino y síndico de la Provincia.
Hace casi 9 años fue enviado en misión a Canadá, donde fue acogido por comunidad de frailes del Convento Saint-Albert-le-Grand, en la ciudad de Montreal. Después fue nombrado sacerdote responsable de la Misión Santa Teresa de Ávila -o párroco de esta comunidad-, donde permaneció 7 años en el oficio. Justamente antes de su partida, celebró con los fieles sus tres años de ordenación sacerdotal. Ahora se desempeñará como párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Bogotá.
