En Campo Dos, corregimiento de Tibú (Nsa.) todos los años se celebra la fiesta de Santa María Virgen de Campo Dos. La novena en honor a la Virgen de la Tablita se celebra del 23 enero al 1 de febrero y cada año, los habitantes del pueblo y los alrededores, se reúnen en el hermoso santuario construido hace apenas dos años, para celebrar su novena. Es un momento de intenso fervor religioso, en el que cada uno busca aprender sobre la vida de María para tratar en la medida de lo posible de vivir como ella vivió. En esta oportunidad, la novena tomó el nombre de Kumandra: El código secreto.
Su significado. Un proverbio chino dice: Llama la angustia a la puerta de nuestra alma. Abre la confianza. No hay nadie fuera. La mayoría mandará a la preocupación a que abra la puerta; los estruendos de la angustia reprimen en nosotros con demasiada frecuencia la confianza. El proverbio nos invita a dejar que, pese a todo el miedo angustioso que hay en nosotros, sea la confianza la que abra la puerta. Hay dos códigos que se pueden abrir porque en nosotros, la angustia y la confianza. Sin embargo, esta novena a la Virgen de la Tablita fue un recorrido en la aventura de atrevernos a elegir el código de la confianza para abrir la puerta y disfrutar de la vida.
La palabra código es común en muchas materias y sectores de la vida cotidiana. Aquí la entendemos, en primer lugar, como la clave de acceso para abrir aquella puerta de nuestra alma: la confianza. En segundo lugar, un código es un grupo de lineamientos según los cuales se vive; se trata de valores diseñados para modificar agresivamente el estado de esclavitud del ser humano. Por eso, cada día de la novena, fue posible descubrir un código, una frase que hacía alusión a los valores humanos y cristianos que vivió la Virgen María, y que en sí mismos constituyen un código de vida.
Esta novena fue un camino por nueve códigos que ayudaron a desencriptar el código secreto: la confianza de María de Nazareth. De ahí el nombre de nuestra novena: Kumandra: El código secreto. El código bíblico que guió esta novena fue Lc 1,26−38 y atribuye una importancia sin igual a la confianza y fe de María. Ella se convierte en el modelo de la persona humana que utiliza el código secreto adecuado para abrir la puerta de la confianza. De hecho, el mismo ángel le da a este código: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús (Lc 1,30−31).
La devoción a la Virgen de la Tablita debe llevarnos a ser hombres y mujeres que, caminando entre el caos y el miedo, construyamos confianza y fe. Si estamos lo suficientemente cerca del Creador y de María, seremos capaces de hacer que las cosas sucedan a punta de creatividad. En el Catatumbo nos hace mucha falta confiar en Dios, en nosotros mismos, y recuperar la confianza de los unos en los otros, y para eso necesitamos un ángel que nos inspire confianza. Necesitamos a María como paradigma de la confianza. Vamos con ella en primera línea, armados de confianza, de cara a lo incierto, al caos, y a la violencia que infunde miedo.