La capilla Nuestra Señora del Rosario de Cali abre nuevamente sus puertas
La capilla Nuestra Señora del Rosario de Cali abre nuevamente sus puertas
| septiembre 26 de 2023 |
Hace 20 años, la provincia de San Luis Bertrán de Colombia y Comfenalco Valle Delagente firmaban el acuerdo de comodato que iniciaba una etapa de trabajo en equipo en pro de la recuperación de la capilla que hasta hoy era conocida como “Capilla del Carmen”. El 10 agosto de 2022, en el marco de la renovación de dicho comodato, se nombra capellán del templo a fr. Yamir Orduña, O.P, quien, junto recuperación de esta joya patrimonial de la ciudad de Cali.
Luego de más de 10 meses de trabajo de reconstrucción y adecuación, la ahora capilla Nuestra Señora del Rosario, también conocida como “Capilla San Martín de Porres”, y joya patrimonial catalogada como Bien de Interés Cultural del Centro Histórico de Cali, el pasado 20 de septiembre de 2023 abrió nuevamente sus puertas, las mismas que estuvieron cerradas por más de dos décadas.
En una solemne Eucaristía presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, concelebrada de fr. Franklin Buitrago, O.P, provincial de los dominicos en Colombia; fr. Samuel Forero, prior del convento Santísimo Nombre de Jesús, fr. Yamir Orduña, O.P, rector de la capilla, y en compañía sacerdotes de la arquidiócesis, algunos frailes provenientes de las diferentes casas y conventos de la provincia, religiosas y religiosos, directivos y colaboradores de Comfenalco y especialmente de la comunidad caleña, se realizó la ceremonia de apertura de la capilla.
El Señor le está diciendo a Cali –Quiero entrar en tu casa-, el abrir un templo en el centro en el corazón mismo de la ciudad, es el mensaje máximo para decir -Quiero entrar en tu casa Cali, quiero estar contigo, seguir construyendo esta historia de vida, esta historia de esperanza, esta historia de familia y de fraternidad-, señaló monseñor Luis Fernando durante su homilía.
Tras la bendición del altar mayor, las imágenes de San Martín, nuestra Señora del Rosario y el Sagrario, el nuevo templo quedó listo y a disposición de la comunidad para la celebración del culto litúrgico, en especial la Santa Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.
“Para nosotros, como frailes dominicos, es motivo de alegría la reapertura de este Templo de Nuestra Señora del Rosario en la ciudad de Cali. Esta restauración es fruto del esfuerzo mancomunado entre los frailes del Convento de Cali y el equipo de trabajo de Comfenalco Valle que hoy llega a su culmen y devuelve a la ciudadanía y a la feligresía caleña este bello recinto ubicado sacro en el corazón histórico de la ciudad”, aseguró fr. Franklin Buitrago, O.P, quién también resaltó la labor de los arquitectos, restauradores, escultores, ingenieros, técnicos, trabajadores que hicieron parte de esta obra.
Casi once meses de trabajo
Esta obra construida por la comunidad de la Orden de Carmelitas Descalzas y que inició alrededor del año 1917 con fondos recaudados a través de donaciones, limosnas, rifas, entre otras actividades que llevaron a su inauguración en el año 1923, luego de once meses de trabajo, vuelve a la comunidad como el inicio del gran desarrollo urbano que tendrá el Distrito de Santiago Cali en su Centro Histórico.
La recuperación de esta joya de la arquitectura colonial modificada con la influencia del academicismo neoclásico regresa totalmente renovada y lista para recibir a todas las familias vallecaucanas y visitantes.
“Definitivamente nada es más satisfactorio que ver una labor terminada y, sobre todo, cuando esta labor contribuye a enriquecer y conservar el patrimonio cultural, artístico y religioso de nuestra ciudad”, resaltó Felice Grimoldi Rebolledo, director general de Comfenalco Valle Delagente
Fueron meses no sólo de construcción, sino de investigación para conservar al máximo los valores propios de la edificación y de esta manera realizar intervenciones sencillas en la estructura de la capilla. La experiencia de profesionales técnicos en temas patrimoniales, de arquitectos, ingenieros, historiadores, entre otros, hizo posible la recuperación de esta joya patrimonial logrando rescatar elementos como la bóveda central, las rejas, los baños, los muros de adobe, así como la recuperación del coro, para el cual fue necesario ejecutar una nueva estructura de soporte.
La propuesta arquitectónica de intervención aporta algunos elementos del lenguaje de la arquitectura contemporánea, como es la articulación y volumen para la Sacristía, los elementos del tratamiento acústico acompañados de los muros en adobe expuesto y el sistema de iluminación general.
“Son cien años de historia los que guarda nuestra capilla. Una historia que necesitaba ser renovada, para seguir viviendo y floreciendo. Por esto nuestra Caja de Compensación Familiar Comfenalco Valle Delagente, en conjunto con la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia de la Orden de Predicadores, logramos rehabilitar y entregar a la comunidad un recinto religioso, educativo y cultural, que representa un icono para el reencuentro espiritual de la comunidad, manifestó Felice Grimoldi Rebolledo, director General de Comfenalco Valle Delagente”.
70 años de presencia
de los frailes predicadores en Cali
70 años de presencia
de los frailes predicadores en Cali
| septiembre 26 de 2023 | Por: Fr.Franklin Buitrago, O.P, provincial de los dominicos en Colombia |
La reapertura del templo de Nuestra Señora del Rosario se inscribe dentro de la celebración de los 70 años del regreso de los dominicos a la ciudad de Cali. El 23 de septiembre de 1953 con autorización de Monseñor Julio Caicedo y de fr. Manuel Suarez, Maestro de la Orden de Predicadores, se inició esta nueva etapa de la presencia dominicana en la capital del Valle.
La presencia de los dominicos en Cali ha estado claramente orientada hacia tres campos de acción: la atención pastoral y litúrgica, la educación y el servicio a los más necesitados.
La atención pastoral y litúrgica es la más antigua, pues la presencia de los dominicos en Cali data, casi, desde los orígenes mismos de la ciudad. En el año de 1575, los dominicos que ya se habían establecido en la ciudad de Popayán decidieron fundar tres nuevos conventos en el territorio del entonces Reino de Popayán: Buga, Cali y Pasto.
Así se fundó el convento colonial que, según las crónicas, estuvo ubicado a una cuadra al occidente de la plaza principal y fue durante más de doscientos años un centro de vida litúrgica, sacramental, de predicación y catequesis. En 1622, cuando es canonizada Santa Teresa de Jesús, el convento la asume como patrona. En 1745, el convento se convierte también en un centro de enseñanza con la fundación de una Cátedra de Gramática, a semejanza de otras cátedras existentes en los conventos de Santafé, Tunja, Cartagena y Popayán. El convento dominicano de Cali seguiría existiendo a pesar de las dificultades e inestabilidades de la vida nacional, hasta después de la independencia, cuando en 1821 fue suprimido por el Congreso de Cúcuta y sus edificios y rentas fueron destinados a la educación pública.
Cerca de siglo y medio después, en 1953 los dominicos fundan una nueva comunidad en Cali. Y, nuevamente, su primera misión será la atención pastoral y litúrgica. Entre los frailes enviados para la refundación del convento de Cali encontramos nombres de memoria venerable: Fr. Ricardo López, O.P y Fr. Pablo Acevedo, O.P, a quienes se uniría poco después Fr. Alonso Ocampo,O.P. La primera misión de esta pequeña comunidad fue la atención pastoral en el barrio Siloé, de la cual surgieron la construcción de varias capillas.
Luego el señor arzobispo les otorgaría este templo que había sido sede de una comunidad contemplativa: las carmelitas descalzas. Por eso, aún algunos lo conocen como el templo del Carmen, que sería rebautizado con el nombre de la Patrona de los Dominicos: la Virgen del Santísimo Rosario.
El segundo frente apostólico de los dominicos en Cali ha sido la educación gracias al Colegio Lacordaire, donde se han educado generaciones de caleños caracterizándose siempre por su excelencia académica y su formación humana integral. Muchos egresados y docentes que han pasado por esta ciudad recuerdan con admiración y gratitud a frailes como el Padre Ricardo López, su fundador o al Padre Jesús Antonio Ceballos que marcaron impronta.
La atención de los más necesitados es el tercer frente de acción de los dominicos en esta ciudad. Y aquí se recuerda el nombre del Padre Alonso Ocampo y la Fundación del Cottolengo, un lugar de acogida para centenares de personas en situación de vulnerabilidad que existe hasta el día de hoy. El Padre Ocampo logró encauzar la generosidad de muchos miembros de la sociedad caleña hacia su obra que recogía la inspiración de la gran obra de misericordia de San José del Cottolengo en Italia. También fundó una comunidad religiosa, la Dominicas de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, consagradas completamente a la atención de estas personas.
La presencia dominicana en Cali, aunque no ha sido grande en número de frailes, ha estado marcada por personalidades relevantes y creativas que han tenido la audacia y la constancia para crear obras que han marcado positivamente la vida de muchas personas.
La reapertura de este Templo de Nuestra Señora del Rosario es una bella ocasión para conectar con esa historia, con las raíces y para dejarnos inspirar hacia el futuro, reafirmando nuestro compromiso con la sociedad y la Iglesia en esta ciudad, compromiso de predicadores de la Buena Nueva.
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