Las formas de comunicación y de relación humana han variado a lo largo de la historia, y este tiempo denominado también como la época de la revolución 4.0, no solo ha modificado la industria, las formas de trabajo, pues la digitalización de los procesos ha permitido una mayor eficacia y progreso en el ámbito económico. Sin embargo, esto también está afectando las formas de relación humana que diariamente tenemos.
El hombre por naturaleza es un ser político como bien lo afirma Aristóteles, el cual desde su inicio ha estado configurado para vivir en sociedad teniendo presente la búsqueda del bien común, aquel que desde Grecia antigua hasta en la actualidad sigue siendo una gran cuestión humana y social por alcanzar.
Es normal ir al supermercado y encontrar en cada estante, en cada hilera, productos similares y a su vez, completamente distintos entre sí; así como un cereal es similar a otro, aunque distinto por su marca o etiqueta, es un producto completamente distinto a una llanta de automóvil que se vende en el stand del lado. Esto es un simple ejemplo que denota la diferencia entre artículos que se localizan en un lugar común, el supermercado.
Es posible pensar la dignidad humana desde dos puntos de vista, a saber: la condición de bienestar humano en general, y también el valor que toda persona tiene. En la primera característica encontramos diversas problemáticas como la pobreza, la violencia, y todos los factores externos que afectan a individuos y a sociedades; y en el segundo aspecto encontramos la idea de igualdad, que en principio es griega pero que ha trascendido estos niveles de contexto.
En medio de una sociedad marcada por un individualismo que busca su propio éxito da hincapié al gran problema de la cultura del descarte, ¿pero en qué consiste?. Ante dicha problemática, es necesario decir que es aquella por la cual la dignidad de la persona se ve vulnerada al no reconocerse por lo que es; algo que sucede en la vida cotidiana cuando se menosprecia o hay un cierto desinterés hacía esa persona que no es compatible con los fines personales que se buscan.
En el sitio web oficial de los dominicos colombianos, queremos llevar a cabo la misión de Domingo: el deseo de proclamar valientemente a Dios, de construir la vida comunitaria y de buscar la verdad en el mundo.
¿Y si digo sí a este estilo de vida? La Orden de Predicadores, orden apostólica, se dedica a conocer, contemplar el mensaje revelado para luego trasmitirlo a los demás.
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