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(3/9) Dará a luz un hijo y le pondrá por nombre… HIJO DEL CARPINTERO

|  diciembre 18 DE 2019 • David Alejandro Castillo Salazar  |

El ser carpintero, es uno de los oficios mas antiguos de la humanidad, un arte que busca convertir una pieza de madera en un implemento de uso. Y para lograr eso se requiere del conocimiento de las herramientas adecuadas, aplicar la técnica de forma tal que al comenzar a moldear la pieza, esta se vaya transformando. Nadie afirma que sea un oficio fácil y mucho menos que sea un trabajo realizado en la inmediatez; pero al ser un oficio milenario, demandando una gran dosis de paciencia, se configura en una de las tantas formas en las que se presenta Dios ante su pueblo.

En estos días hemos visto cómo América Latina se ha convertido en una pieza fundamental para ser tallada por el carpintero. Ha comenzado todo un proceso de lucha en pro de una vida más justa y más humana, países como Ecuador, Chile y Colombia por medio de la movilización de la sociedad civil, han comenzado a exigir a través de la protesta social, mejores condiciones de vida. Una protesta y exigencia que busca el bienestar de ‘todos’,  no solo de unos ‘pocos’.

La protesta social, al igual que el carpintero al tallar la madera, debe efectuarse con paciencia, aplicando las herramientas necesarias para lograr aquello que se visualiza. Nadie dijo que sería un ejercicio fácil, requiere de perseverancia y mucha resistencia para lograr aquello que se desea. América Latina trae nuevos aires y con ello una sociedad más informada y poco a poco cada vez más consciente que el futuro se encuentra en el bien común, en el bien-estar, bien-obrar, bien-hacer, bien-vivir, bien-creer, un futuro en el que para todos, todo.

Te pedimos, Dios de la vida,
que nos de las habilidades y virtudes que tiene un carpintero,
para que con paciencia y perseverancia,
logremos tallar y moldear no solo nuestras realidades sociales,
sino también aquellos aspectos de nuestra vida
que requieren de una mayor atención de parte de cada uno de nosotros.

Amén.