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Buen Pastor: Noche de disfraces

Mayo 12 de 2019  | Por: Fray rodrigo Rivero y fray Cristian López

Creo que en ocasiones hay que salir de lo romántico y de la consiguiente simplificación que a veces nos suscitan estas imágenes. Nos quedamos en frases sencillas y hasta inspiradoras, pero en muchos momentos, lejos de tocar la profundidad del mensaje expuesto por Jesús. Preparando esta reflexión en comunidad hicimos el ejercicio de encontrar estas imágenes en el hoy, en nuestra cotidianidad:

LOBOS

¿Quiénes serían los lobos hoy? Aquellos que se auto-denominan pastores sin recibir el sacramento de la ordenación sacerdotal y por ende la sucesión apostólica; muchos de ellos con el único interés de enriquecerse de la fe del pueblo. Pero además de ellos, también son lobos todos aquellos medios de comunicación amarillistas, los cuales usan las debilidades de pastores y ovejas para escandalizar y por lo tanto atrapar sus presas. Estos lobos modernos se han dado cuenta que disfrazarse de ovejas es maña vieja, el boom es disfrazarse de pastor

En la coyuntura actual del país, me resulta imposible no pensar en aquellos que se presentan como “mesías”, como pastores, caudillos que sí saben legítimamente a donde llevar a este rebaño que se encuentra sin rumbo. Muchas veces sirviéndose de la mentira, utilizando los medios de comunicación para generar miedos, mostrándonos peligros a veces inexistentes, para encontrar en sus proyectos la posible solución de aquellos peligros, muchas veces infundados. Algunos son más pastorcitos mentirosos, sin ninguna preocupación real por el rebaño.

OVEJAS

Identificarse con la oveja es más difícil. Personalmente tengo dificultad para identificarme como oveja y, tengo también dificultad en imaginar a otros como ovejas. Somos creados a imagen de Dios, recibimos una inteligencia que nos hace difícil tal identificación. No somos personas que respondemos a un simple gesto o al sonido de una campana que nos llama. Lastimosamente siempre encontraremos personas que nos piensan así, insultan nuestra inteligencia, nos creen incapaces de actuar y decidir de acuerdo a nuestras convicciones; buscan así, darnos la solución a todos nuestros problemas, como si fuera tan fácil. Y esto que sucede comúnmente en la sociedad, también puede suceder en nuestra Iglesia. Como Iglesia también en muchos momentos subestimamos la inteligencia de nuestros hermanos en la fe.

PASTORES

Y si ya están identificados los lobos que merodean el rebaño, y las ovejas como tal no necesitan de un pastor que las haga dependientes, ¿Qué rol tendría el pastor? Pues, acercarse a los lobos; porque en últimas, no son los lobos quienes se disfrazan de ovejas, sino las ovejas negras, las descarriadas, las díscolas que al pelearse con la vida y con Dios quienes se disfrazan de lobos. A ellos es a quienes el pastor debe pastorear, dejar de ahuyentar y en lugar de eso acercárseles y acercarles al rebaño, para que teniendo una experiencia de perdón y reconciliación, se saquen el disfraz, se quiten la máscara, dejen de proyectar esa sombra falsa y puedan vivir un reencuentro con Dios.

NI OVEJAS, NI PASTORES

En la imagen utilizada por Jesús, lo más importante no es el pastor, ni la oveja. Lo más importante es la relación que se teje allí. No es el pastor por el pastor, es el pastor en cuanto conoce y es capaz de dar la vida por la oveja. Y de esa misma forma, es importante la oveja en cuanto escucha y conoce también la voz de su pastor. Así lo más valioso de la imagen es la relación que se teje, que como Jesús mismo lo dice; es imagen de su relación con el Padre: “como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por la ovejas” (Jn 10, 15). De ahí que el asalariado deje de ser importante, él no tiene ninguna relación con el rebaño.

Ahora que opinas… ¿Celebramos el buen pastor?